1. Desinformación y polarización político-afectiva

La creciente circulación en el espacio público de bulos, noticias falsas y mensajes engañosos y su decisiva importancia en diversos acontecimientos políticos recientes (el Brexit, las elecciones presidenciales norteamericanas de Trump o el proceso soberanista catalán) han puesto sobre la mesa cómo la desinformación es una estrategia política de primer orden no sólo para polarizar las actitudes de los ciudadanos en el sentido tradicional –empujando a las personas a abrazar posiciones más extremas–, sino también para producir “polarización afectiva” entre la población. Es decir, para intensificar las emociones de rechazo y hostilidad hacia aquellos que se consideran integrantes de otras tribus morales o identidades ideológicas, aumentando la animadversión entre grupos políticos, obstaculizando el acuerdo moral y político, y, en última instancia, erosionando las bases de la democracia.

En esta línea nos preguntamos: ¿Qué queda del histórico papel de los medios de comunicación como productores de Öffentlichkeit en un sentido puramente habermasiano en el contexto de la digitalización y los sistemas mediáticos híbridos? ¿Puede el periodismo ser un dique de contención contra la polarización política y afectiva? ¿O abrazan los medios de comunicación españoles las campañas de polarización política y afectiva de los actores políticos en el contexto del pluralismo polarizado?

Ejes temáticos:

  • Estudios de caso sobre desinformación y polarización política y afectiva
  • Análisis de estrategias de desinformación: mensajes, difusión, efectos, etc.
  • Cobertura mediática y tratamiento informativo de discursos políticos polarizadores
  • Percepción y actitudes ciudadanas ante el periodismo y los medios de comunicación
  • Reflexiones teóricas sobre el papel de los medios ante la polarización afectiva

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